La originalidad del proyecto radica en la creación de un espacio de encuentro y diálogo intergeneracional entre las personas mayores y jóvenes para abordar la prevención de adicciones. La idea de incluir a las personas mayores en la prevención de las adicciones es innovadora, ya que generalmente se enfoca en la población joven. Además, el proyecto busca aprovechar el potencial que tienen las personas mayores como agentes de cambio y transmisores de valores y experiencias de vida a los jóvenes.

El intercambio intergeneracional es preventivo por varias razones. En primer lugar, permite el acceso a la sabiduría de los mayores, que a través de sus experiencias de vida pueden brindar orientación y consejos útiles a los jóvenes para afrontar situaciones difíciles y tomar decisiones importantes. En segundo lugar, el intercambio intergeneracional promueve el desarrollo de habilidades sociales y emocionales en los jóvenes, fomentando su autoestima, confianza y sentido de pertenencia. Por último, el intercambio intergeneracional reduce la brecha generacional y el aislamiento social en los adultos mayores, lo que a su vez mejora su salud mental y bienestar.